La periodoncia se enfoca en diagnosticar y tratar enfermedades de los tejidos que sostienen los dientes, como el hueso y la encía. Estas afecciones, de origen bacteriano, se dividen en gingivitis y periodontitis.
Las bacterias desempeñan un papel fundamental en las enfermedades de las encías, siendo la más común la gingivitis, que se manifiesta con sangrado de las encías, y la periodontitis, que involucra la pérdida de tejidos de soporte dental como el ligamento periodontal, el hueso alveolar y la encía. Por lo general, estas afecciones no suelen provocar dolor u otras molestias hasta que están en una etapa avanzada.
Cuando la salud oral es óptima, la encía se ajusta alrededor de los dientes, presentando un tono rosado saludable, una textura similar a la piel de una naranja y sin mostrar sangrado. Sin embargo, cuando alguna de estas enfermedades afecta tu boca puedes notar alguno de los siguientes síntomas:
Aunque la predisposición a padecer enfermedades de las encías varía de persona a persona, es importante considerar y gestionar una serie de factores de riesgo para prevenir este problema. Estos factores de riesgo pueden ser:
La mejor manera de combatir estas enfermedades es con la prevención. Por eso recomendamos mantener una estricta higiene oral para prevenir la periodontitis y controlar la acumulación de placa dental. Sin embargo, en individuos con predisposición genética u otros factores de riesgo, una buena higiene oral sola a veces no es suficiente, y se necesitan revisiones regulares con un periodoncista, especialista en enfermedades de las encías.
Para controlar la placa bacteriana, se pueden utilizar los siguientes métodos:
Una vez instaurada la enfermedad, las fases habituales de tratamiento son:
Mediante radiografías y el periodontograma (mediciones precisas de las encías) diagnosticamos qué tipo de enfermedad tienes. En esa misma visita te explicamos cómo y con qué debes realizar el cepillado de tu boca, todo de forma individualizada y detallada.
Esta fase del tratamiento la suele hacer nuestra higienista y consiste en eliminar las bacterias acumuladas a través de la eliminación de la placa dental y el cálculo (conocido comúnmente como sarro). Nuestra profesional te mostrará con la tinción de placa donde debes cepillar mejor y volverá a explicarte detalladamente cómo realizar el cepillado y usar los cepillos interproximales adecuados para cada zona de tu boca.
Variará según la gravedad pero suele dividirse en dos fases. Primero se realiza una limpieza profunda mediante un raspado y alisado radicular y, en algunos casos, se pueden necesitar antibióticos conjuntamente. Si la periodontitis está avanzada, es posible que se requiera una cirugía periodontal o incluso intentar regenerar el hueso perdido. En casos de defectos en la encía, se puede optar por cirugía mucogingival para mejorar la apariencia estética de los dientes, especialmente en la zona frontal.
Después de completar el tratamiento, la enfermedad estará bajo control, pero es crucial mantener cuidados regulares en casa y asistir a visitas de seguimiento en la clínica para asegurar que la periodontitis se mantenga controlada. Si no somos muy estrictos con la fase de mantenimiento, la enfermedad suele reaparecer tras algunos meses. Estas visitas personalizadas consisten en valorar tu estado actual periodontal y realizar una higiene según necesidades. Tu periodoncista te informará sobre la periodicidad de estas visitas.
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